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/ Reforma Tributaria: un esfuerzo adicional para costear educación y un alivio para la clase media. Columna de Cristóbal Riffo en Pulso

26 de abril, 2012

Aunque al escribir estas líneas aún no conocemos el detalle de la propuesta del Gobierno, sí sabemos que se pedirá un esfuerzo adicional a las empresas para financiar en un 100% y, en forma permanente, la reforma educacional.

Aunque al escribir estas líneas aún no conocemos el detalle de la propuesta del Gobierno, sí sabemos que se pedirá un esfuerzo adicional a las empresas para financiar en un 100% y, en forma permanente, la reforma educacional. Junto con esto, el Gobierno pretende entregar un alivio tributario a las personas, a las pymes y a la clase media, en palabras textuales del Presidente.

Los independientes y asalariados de clase media, que disponen de escasos mecanismos para bajar su carga impositiva, reducirán la tasa máxima del impuesto global complementario y de segunda categoría. Además se establecería la posibilidad de deducir los gastos en educación de los hijos de la base imponible del impuesto personal. La rebaja del Impuesto de Timbres y Estampillas (ITE) también favorecerá a las personas más humildes, que podrán acceder a créditos con menores costos financieros.

Y para ello las empresas van a tener que pagar más impuestos. El impuesto corporativo chileno es bajo comparado con el existente en otros países de la región e incluso en países desarrollados, y si se incrementara a un 20%, no superará el promedio del impuesto establecido por economías que se han planteado la promoción del crecimiento mediante un régimen tributario de incentivos.

En relación con una rebaja al Impuesto al Petróleo, todo indica que la reforma considerará sólo el pago de un bono único de monto fijo, en beneficio de sectores directamente afectados, como el transporte escolar, taxis, colectivos, entre otros. En este aspecto, el beneficio no constituye una menor carga impositiva y su establecimiento más pareciera una moneda de canje que una medida sustentada en criterios técnicos rigurosos, situación extremadamente compleja a la hora de una discusión parlamentaria sobre impuestos.

El proyecto contemplaría también la derogación o modificación de algunos “loopholes”, regímenes de exención cuya utilización no constituye evasión y que han sido en general bien utilizados por los contribuyentes. El abuso de unos pocos no debiera llevar al cercenamiento de los beneficios de muchos. Para eso existe la fiscalización adecuada del SII, como una herramienta tanto o más eficiente que una reforma legal.

Pulso, 26 de abril de 2012