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/ La famosa lista roja. Columna de Rodrigo Velasco Alessandri en Pulso

16 de Mayo, 2012

Todos los años, la Oficina de Comercio de EEUU publica una lista con los países que, según esa entidad, incumplen acuerdos internacionales al no proteger los derechos de propiedad intelectual.

Todos los años, la Oficina de Comercio de EEUU publica una lista con los países que, según esa entidad, incumplen acuerdos internacionales al no proteger los derechos de propiedad intelectual. Año tras año Chile es incluido en esa “lista de observación prioritaria”, comúnmente llamada “lista roja”. Y año a año -vamos por el octavo-, se repiten las mismas quejas y alharacas, con pirotécnicas declaraciones y golpeaduras de pecho que aseguran que Chile ha hecho todo lo necesario para cumplir sus compromisos comerciales, y en particular el TLC con ese país. Pero el reclamo yanqui es claro: en la práctica, Chile permite que algunos laboratorios vendan copias de medicamentos patentados y accedan a los datos de prueba de las drogas innovadoras (para efectos de hacer esas copias). Nadie lo niega tampoco, pues implicaría aceptar someternos a la prueba de la blancura. Por el contrario, se argumenta que el ISP no podría fiscalizarlo al aprobar nuevos productos, o que hacerlo impactaría el precio de los medicamentos. Vale decir, en Chile optaríamos por incumplir este punto, desconociendo las patentes farmacéuticas por razones económicas. Es absurdo entonces hacernos los dolidos, asegurando que no entendemos cómo ni por qué incumpliríamos el TLC, si éste dice textualmente que respecto de los fármacos, Chile “deberá negar la autorización de comercialización a cualquier tercero antes del vencimiento del plazo de la patente”. Dejemos de ser hipócritas, fingiendo que el compromiso del tratado fue distinto, o atribuible a una negociación negligente en que se acordó algo pero se dejó otra cosa por escrito. Si se quieren adoptar políticas de salud para limitar las patentes en casos de interés público, Chile tiene las herramientas para hacerlo. Pero no podemos seguir hablando de medidas pro innovación y encubriendo esta política de vista gorda proteccionista, que asegura el negocio de los grandes laboratorios chilenos (hoy multinacionales), para luego escandalizarnos y rasgar vestiduras cada mayo, cuando nos recuerdan que seguimos al debe.