NUEVA LEY NACIONAL DE MEDICAMENTOS PRESENTA IMPORTANTES DESAFÍOS PARA LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA
El 31 de marzo culminó la marcha blanca de la Ley Nacional de Medicamentos, más conocida como “Ley de Fármacos” o Ley 20.724.
Si bien el 16 de febrero fue publicada en el Diario Oficial, la aplicación de multas comenzó el 1 de abril. En algunos casos se establece incluso la clausura de las farmacias que no cumplan con este imperativo legal. La ley contempla una aplicación inmediata para algunas obligaciones y paulatina o diferida respecto de otras.
Uno de los aspectos que entró a regir de manera inmediata es la obligación que pesa sobre los profesionales de la salud (médicos, dentistas y matronas) de emitir recetas en que junto con el nombre comercial del medicamento también se señale su nombre genérico. La idea es que el paciente tenga siempre la opción de comprar un medicamento bioequivalente.
Otra de las modificaciones con aplicación inmediata corresponde a la obligatoriedad que pesa sobre las farmacias en cuanto a mantener en stock un mínimo de fármacos bioequivalentes (actualmente existen 341 medicamentos que cuentan con este sello). El sentido de esta obligación es brindar a los pacientes la posibilidad de cambiar un remedio recetado por su doctor, por otro bioequivalente. También tiene este carácter de obligación de aplicación inmediata la de llevar todos los medicamentos su precio de manera visible en sus envases.
Este nuevo cuerpo legal establece prohibiciones, tales como no generar publicidad en medios masivos de comunicación respecto de medicamentos sujetos a receta médica. Se prohíbe además, la práctica llevada a cabo por ciertos dependientes de las farmacias que recibían incentivos económicos por vender determinados medicamentos.
La ley consagra también la posibilidad de que en aquellos lugares donde no existan farmacias establecidas, se autorice la venta de remedios en de farmacias móviles o almacenes.
Entre las medidas de aplicación diferida podemos mencionar la venta de medicamentos en góndolas sin receta médica. La razón de su aplicación diferida es la necesidad de que se dicte por parte de la autoridad un Decreto Supremo que determine cuáles serán los medicamentos liberados usando esta fórmula (hecho que aún no ocurre).
El fraccionamiento en la venta de medicamentos, -también de aplicación diferida-, permitirá que los pacientes solo adquieran los remedios que realmente necesitan y no de más por un problema de envasado.
La Central Nacional de Abastecimiento podrá registrar medicamentos de manera provisoria en casos calificados, tales como eventos de desabastecimiento, urgencia o innacesibilidad.
La norma también regulará alimentos que son utilizados en el tratamiento de algunas patologías y se amplían los productos que el Instituto de Salud Pública deba certificar como insumos de uso médico, tales como las prótesis ortopédicas y marcapasos, entre otros.
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NEW MEDICINES LAW POSES SIGNIFICANT CHALLENGES FOR THE PHARMACEUTICAL INDUSTRY
The test phase of Chile´s new Medicines Law (also referred to as “Drug Law” or Law 20.724, was finished on March 31.
Although its publication in the Official Gazette took place on February 16, application of fines was started on April 1. In some cases, enforcement of this new law includes closure of pharmacies failing to comply with this legal requirement. The new law contemplates immediate enforcement of some obligations and a gradual or deferred application of others.
One of the aspects that came into force forthwith is the obligation for healthcare professionals (physicians, dentists and midwives) to issue prescriptions indicating, together with the trade name of the medicine, the name of the appropriate generic medicine. The underlying intent of the law is that patients will always be made available a bioequivalent medicine.
One other modification to be immediately enforced is pharmacies´ obligation to keep a minimum stock of bioequivalent drugs (there currently are 341 medicines bearing this seal). The purpose of this obligation is to allow patients to choose a bioequivalent medicine over the one prescribed by their physician. Another stipulation of immediate application is that all medicines shall clearly and visibly show their price on their packages.
This new legislation sets forth such prohibitions as not to advertise medicines subject to medical prescription on mass communication media. Some pharmacy assistants customarily receiving economic incentives for selling certain specific medicines is also prohibited.
The new law also considers the possibility of mobile pharmacies or stores to become available and deliver medicines to communities lacking a local pharmacy.
The deferred enforcement measures include the display and open sale of over-the counter drugs without any medical prescription. Its deferred application responds to the authority’s need to issue a Supreme Decree determining the specific prescription-free medicines by using this formula (which is yet to take place).
The fractioned sale of medicines, - also of deferred application -, will allow patients to buy only the quantity of medicine they actually required and not in exceed due to packaging aspects.
Central Nacional de Abastecimiento (CENABAST), the public sector’s drug purchaser, may register medicines, on a provisional basis, in exceptional cases, such as events of shortages, urgencies or inaccessibility.
The new legislation will also regulate foods used in the treatment of some health conditions, and the list of products to be certified by the Public Health Institute as supplies for medical use, such as orthopedic prosthesis and pacemakers, among others.
Pilar Chicago
Associate
Alessandri Abogados
Santiago, September, 2014 |